Los correctores nacen, no se hacen. Si usted es un corrector, lo sabe.
Encuentra incorrecciones en los menús; se exaspera cuando detecta errores tipográficos tontos en El Nuevo Herald o en su periódico favorito; siente que sus vísceras se revuelven cuando un dirigente latinoamericano dice algo así como: "...se llevará a cabo conmigo o sinmigo..." (¡y esto realmente sucedió!); queda boquiabierto cuando el presentador de un noticiero televisivo acota: "Si yo tendría la oportunidad..." o, si al ver El sexto sentido (The Sixth Sense), no pudo dejar de advertir la "X" en el piso de la sala, en la escena en la que el pequeño actor retrocede lentamente, paso a paso...
Si está interesado en ser editor en lengua española, haga clic en examen preliminar, un divertido desafío que le permitirá comprobar si es realmente uno de los nuestros.